La ensalada Waldorf es un plato emblemático que se remonta a finales del siglo XIX, cuando el maître del recién inaugurado Hotel Waldorf en Nueva York, Oscar Tschirky, creó esta deliciosa receta. Originalmente, la ensalada constaba de tres ingredientes sencillos: mayonesa, apio y manzana. Sin embargo, su combinación única y refrescante rápidamente capturó la atención de los comensales, convirtiéndose en un símbolo de la alta cocina de la época.
A medida que la ensalada ganó popularidad entre las clases más pudientes que visitaban el hotel, su receta fue evolucionando. Con el tiempo, se añadieron otros ingredientes como nueces, uvas y, en algunas versiones, incluso pollo o apio rallado, enriqueciendo su sabor y textura. Esta versatilidad ha permitido que cada chef le imprima su propio sello, adaptándola a diferentes gustos y ocasiones.
La ensalada Waldorf se caracteriza por su textura crujiente y su frescura, lo que la convierte en una opción ideal para cualquier menú festivo. Es especialmente popular en las celebraciones navideñas, donde su ligereza contrasta con los platos más pesados que suelen acompañar la temporada. Su presentación colorida y atractiva también la convierte en un entrante visualmente cautivador.
Además de ser un plato delicioso, es también muy fácil y rápida de preparar. En tan solo unos minutos, se pueden mezclar los ingredientes y obtener un plato que no solo satisface el paladar, sino que también aporta un toque de elegancia a la mesa. Su balance entre lo dulce y lo salado, así como su frescura, la hacen adictiva y difícil de resistir.
INGREDIENTES
PREPARACIÓN