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Retira el exceso de grasa en tu caldo: El truco de los cubitos de hielo

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A todos nos ha pasado: después de dedicar tiempo y esfuerzo a cocinar un delicioso guiso, caldo o salsa, al servirlo nos encontramos con una capa brillante de grasa flotando en la superficie. Aunque el sabor sea exquisito, esa acumulación de grasa puede resultar pesada y no siempre es lo que buscamos en nuestras comidas. Afortunadamente, hay un truco sencillo que ha pasado de generación en generación y que puede solucionar este problema en cuestión de minutos: el uso de cubitos de hielo.


El método del hielo: Simple y efectivo

Este ingenioso truco es tan fácil que no necesitarás utensilios sofisticados ni ingredientes complicados, solo un par de cubitos de hielo y una cuchara o un colador. El proceso es simple: toma un cubito de hielo con la cuchara y pásalo suavemente sobre la superficie del guiso o la salsa. La grasa, al estar caliente, se solidificará al entrar en contacto con el frío del hielo, adhiriéndose al cubito o a la cuchara. Con unos pocos movimientos, podrás retirar una gran cantidad de grasa sin comprometer el sabor ni la textura de tu plato. Es importante tener cuidado de no dejar que el hielo se derrita demasiado, ya que esto podría aguar la preparación.


Alternativas para reducir la grasa

Si tienes un poco más de tiempo, hay otras opciones que pueden ser igual de efectivas. Dejar que la comida repose durante un rato permite que la grasa suba a la superficie, lo que facilita su retirada con una cuchara. Otra alternativa es llevar la preparación a la nevera durante unas horas; al enfriarse, la grasa se solidificará en la parte superior, lo que te permitirá retirarla sin complicaciones antes de volver a calentar el plato.


Un equilibrio en la cocina

Es cierto que un poco de grasa puede aportar sabor y profundidad a nuestras comidas, pero a veces buscamos reducir su presencia por razones de salud o para que el plato sea más ligero. El truco de los cubitos de hielo es una solución rápida y efectiva para lograrlo sin alterar la receta ni complicarnos demasiado. Al final, se trata de encontrar el equilibrio perfecto en la cocina y disfrutar de platos sabrosos y saludables. Así que la próxima vez que te enfrentes a esa molesta capa de grasa, recuerda este sencillo truco y disfruta de tus guisos en su máxima expresión. 



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