La tarta fría de limón es un postre delicioso y refrescante, ideal para cualquier ocasión especial. Su sabor ácido y dulce combina a la perfección, ofreciendo una experiencia culinaria que despierta los sentidos. Esta tarta se caracteriza por su textura suave y cremosa, que se derrite en la boca, y por su base crujiente que aporta un contraste perfecto.
La receta es muy sencilla y no requiere horneado, lo que la convierte en una opción práctica para aquellos que desean disfrutar de un postre casero sin complicaciones.
¡Verás que fácil!
INGREDIENTES:
- 500 gr. mascarpone
- 400 ml. nata de montar
- 60 gr. azúcar glass
- 170 ml. leche entera
- 8 hojas gelatina
- 280 ml. leche condensada
- 120 ml. zumo de limón
- Ralladura de 1 limón
- *Para la base:
- 150 gr. galletas
- 100 gr. mantequilla
PREPARACIÓN:
- Trituramos las galletas hasta dejarlas polvo y las mezclamos con la mantequilla derretida hasta formar una pasta que extenderemos en la base de nuestra tarta. Reservamos en la nevera.
- Hidratamos las hojas de gelatina en agua fría durante 10 minutos.
- Con la ayuda de unas varillas, mezclamos el mascarpone con la nata y el azúcar.
- Por otro lado unimos la leche condensada con el zumo de limón y la ralladura.
- Calentamos la leche ligeramente y disolvemos las hojas de gelatina bien escurridas.
- Integramos todas las elaboraciones y vertemos la mezcla sobre la base de galletas que teníamos reservada.
- Dejamos en la nevera hasta el día siguiente.
- Desmoldamos y decoramos a nuestro gusto.

La puedes congelar y queda estupenda.
