Si hay un sabor que evoca la tradición y la riqueza de la gastronomía española, es sin duda el del jamón serrano. Este delicioso embutido, con su inconfundible sabor salado y su aroma intenso, puede ser transformado en un condimento excepcional: la sal de jamón serrano. Si os decidís a hacer esta sal tan peculiar, es recomendable usar lonchas de jamón serrano que sean saladas, es decir, un jamón que ya no esté en óptimas condiciones para comer o uno más económico. Por supuesto, si tenéis la suerte de tener un buen jamón ibérico, disfrutadlo con un poco de pan, ya que sería una pena desaprovecharlo. Espero que esta receta os guste y que la utilicéis en muchas de vuestras preparaciones.
Ingredientes
- 4 lonchas de jamón serrano salado
Elaboración
- Preparar el jamón: Comenzamos cortando las lonchas de jamón y retirando la parte de la grasa. Cortamos el jamón en tiras finas, lo que facilitará el proceso de machacado y permitirá que se integre mejor en el mortero.
- Deshidratar en el microondas: Colocamos las tiras de jamón en un plato apto para microondas y lo metemos durante 3-4 minutos a potencia máxima. Este paso es crucial, ya que queremos secar el jamón para que al machacarlo obtengamos una textura adecuada.
- Enfriar: Una vez sacado del microondas, notaremos que el jamón se ha deshidratado. Lo dejamos enfriar durante unos 5 minutos hasta que se endurezca por completo, lo que facilitará el siguiente paso.
- Machacar: Colocamos las tiras de jamón serrano seco en un mortero y comenzamos a machacar hasta obtener trozos pequeños. La textura deseada debe ser fina, similar a la de la sal, para poder utilizarla como un condimento.
- Almacenamiento: Tras machacar el jamón, lo transferimos a un pequeño recipiente hermético. Esta sal de jamón puede ser utilizada en futuras ensaladas, sopas, pastas o cualquier receta que deseéis realzar con su sabor umami y salado.
Usos de la sal de jamón serrano
La sal de jamón serrano es un excelente aliado en la cocina. Podéis espolvorearla sobre ensaladas para darles un toque especial, añadirla a salsas o utilizarla para sazonar carnes y pescados. También es ideal para realzar el sabor de las verduras asadas o en purés. Su versatilidad la convierte en un condimento indispensable que aportará un toque original a vuestros platos.
