Risotto a la Arancina
Niko Scimone, un chef siciliano que ha llevado la esencia de su tierra natal a la mesa, continúa desafiando las expectativas culinarias con su restaurante Galú de Barcelona. Nacido en 1988, Scimone no solo es un apasionado de la cocina siciliana, sino un innovador que encuentra inspiración en sus raíces para crear platos que cuentan historias. Esta vez, su imaginación lo llevó a concebir un risotto inspirado en uno de los clásicos de la gastronomía siciliana: el Arancini alla siciliana.
El arancini, esas irresistibles bolas de arroz rellenas y rebozadas, son un símbolo de la cocina siciliana. Pero en la mente creativa de Scimone, el concepto se transforma en un risotto que mantiene la esencia del arancini, pero que al mismo tiempo se presenta como una experiencia completamente nueva. En lugar de la tradicional costra crujiente, Scimone decidió utilizar pan crujiente, aportando una textura distinta y un sabor que recuerda a los recuerdos de la infancia.
La base del plato es un arroz de calidad, cocido al dente y envuelto en una cremosa salsa de azafrán que tiñe los granos de un dorado vibrante. El azafrán, un ingrediente tan característico de la cocina mediterránea, no solo aporta color, sino que también ofrece un aroma cautivador que transporta a los comensales a los campos de flores de Sicilia. El toque de parmesano, que se derrite en el calor del arroz, añade un componente umami que redondea la experiencia.
Elste Chef, siempre en busca de la perfección, comenzó su creación con espárragos frescos, una elección que reflejaba su deseo de incorporar sabores frescos y vibrantes. Sin embargo, al experimentar con el plato, pronto se dio cuenta de que los guisantes, más tradicionales en la cocina italiana, serían el acompañamiento ideal. Su dulzura natural complementa la riqueza del risotto, creando un equilibrio que deleita el paladar.
El resultado es un risotto que no solo es un homenaje al arancini, sino que también es una celebración de la riqueza de la cocina siciliana. Cada cucharada es un viaje sensorial que evoca los paisajes de su tierra natal: los campos de arroz que se mecen al viento, los mercados repletos de productos frescos y el cálido abrazo de la gastronomía familiar.
En Galú, (Carrer del Rosselló, 290, Eixample, 08037 Barcelona) Niko Scimone ha logrado algo excepcional: ha creado un plato que, aunque imaginado, se siente como un recuerdo palpable de su Sicilia. En cada bocado, los comensales no solo degustan un risotto, sino que también se embarcan en un viaje culinario que despierta los sentidos y alimenta el alma.